¿Qué colores se usaban en el Neolítico?

Qué colores se usaban en el Neolítico

El Neolítico, a menudo conocido como la Nueva Edad de Piedra, marca un periodo importante en la historia de la humanidad, en el que las personas pasaron de un estilo de vida nómada a asentarse en comunidades agrícolas permanentes. Durante esta época se produjeron avances significativos, como el desarrollo de la cerámica y la aparición de las primeras formas de arte. Aunque puede resultar difícil determinar con precisión los colores exactos utilizados durante el Neolítico, existen pruebas que proporcionan información sobre los pigmentos y materiales utilizados por nuestros antepasados.

Pigmentos naturales

Una de las principales fuentes de color durante el Neolítico fueron los pigmentos naturales extraídos de diversos materiales encontrados en el entorno. Los primeros humanos descubrieron pigmentos de origen vegetal, terrestre y mineral, y los aprovecharon de forma creativa para añadir color a su vida cotidiana.

Por ejemplo, se ha descubierto el uso del ocre rojo, un pigmento natural de óxido de hierro, en multitud de yacimientos arqueológicos neolíticos de todo el mundo. Se cree que el ocre rojo pudo tener una importancia simbólica y ritual debido a su asociación con la sangre y la vida. El vibrante color rojo se utilizaba probablemente para la pintura corporal, el arte rupestre o como forma de decoración primitiva.

Otro ejemplo notable es el uso del óxido de manganeso, un pigmento negruzco que se utilizaba para crear diversos tonos de gris y negro. Estos colores pueden haberse empleado en pinturas rupestres o para decorar cerámica, añadiendo profundidad y contraste a las obras de arte y objetos de la época.

Orígenes biológicos

Además de los pigmentos naturales, los primeros humanos también recurrían a ciertas plantas y animales para obtener colores. Utilizando distintas partes de plantas o animales, pudieron crear una amplia gama de tonalidades para expresar su creatividad e identidad cultural.

Un ejemplo de tales orígenes biológicos es el tinte extraído de las plantas de la especie indigofera. Estas plantas se cultivaban por su tinte azul, que se utilizaba para colorear telas y tejidos. El tinte índigo tuvo un impacto considerable en el desarrollo de la indumentaria y la expresión de la identidad individual y social durante el Neolítico.

Depicciones en el arte

Las obras de arte del Neolítico proporcionan una visión significativa de los colores predominantes en aquella época. Las pinturas rupestres, como las halladas en yacimientos famosos como Lascaux en Francia y Altamira en España, ofrecen una visión de las vibrantes paletas de colores utilizadas por nuestros antepasados.

Estas pinturas rupestres representan una variedad de animales, seres humanos y símbolos abstractos, a menudo incorporando tonos de rojo, amarillo, marrón y negro. Los pigmentos terrosos, como el ocre rojo, se utilizaban habitualmente por su durabilidad y la facilidad con que podían extraerse del entorno.

Es importante tener en cuenta que los colores que se ven en estas pinturas rupestres pueden haberse desteñido o cambiado con el tiempo debido a procesos naturales, por lo que es difícil determinar con exactitud su vitalidad original.

Significado cultural

Aunque los colores utilizados durante el Neolítico estaban indudablemente influenciados por los pigmentos naturales disponibles y los recursos locales, también tenían un significado cultural para la gente de aquella época.

La utilización del color no tenía únicamente fines estéticos, sino que también desempeñaba un papel esencial en la expresión de la identidad cultural, las creencias espirituales y las representaciones simbólicas. La elección y el uso de colores específicos variaban según las comunidades, reflejando sus tradiciones, rituales y creencias únicas.

En conclusión

Aunque es difícil determinar definitivamente todos los colores utilizados en el Neolítico, las pruebas de los descubrimientos arqueológicos sugieren que los primeros humanos utilizaban de forma creativa pigmentos naturales y recursos biológicos para dar color a sus vidas. El uso de ocre rojo, óxido de manganeso, índigo y una serie de pigmentos terrosos es indicativo de la diversa paleta de colores disponible en aquella época. Estos colores, aparte de su atractivo estético, tenían un significado cultural y simbólico, ayudando a expresar la identidad, creencias y tradiciones de las comunidades neolíticas.

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