La Prehistoria se refiere al periodo anterior a los registros escritos o a la invención de los sistemas de escritura. Es una visión fascinante de las primeras etapas de la existencia humana, en la que nuestros antepasados allanaron el camino para las civilizaciones y los avances de los que disfrutamos hoy en día. Para comprender mejor este importante periodo, es esencial profundizar en las cuatro etapas de la Prehistoria: Paleolítico, Mesolítico, Neolítico y Calcolítico.
1. Paleolítico. Edad Paleolítica
La Edad Paleolítica, también conocida como la Antigua Edad de Piedra, abarca el período más largo de la historia humana. Comienza con la aparición de los primeros homínidos fabricantes de herramientas hace unos 2,5 millones de años y termina hace aproximadamente 12.000 años con la aparición de la agricultura. Durante esta época, el Homo habilis, el Homo erectus y el Homo sapiens vagaban por la tierra como cazadores-recolectores.
Uno de los avances fundamentales de esta etapa fue el dominio del fuego, que permitió a los primeros humanos adquirir calor, protegerse de los depredadores y cocinar los alimentos. El Paleolítico está marcado por la creación de herramientas de piedra, pinturas rupestres y los primeros indicios de prácticas funerarias.
2. El Mesolítico
El Mesolítico, también llamado Edad de Piedra Media, tiende un puente entre el Paleolítico y el Neolítico. Surgió hace unos 12.000 años y duró hasta hace aproximadamente 10.000 años, siendo testigo de una transición gradual de un estilo de vida de cazadores-recolectores a comunidades más asentadas.
Durante esta etapa, los humanos fueron testigos de avances significativos en las técnicas de fabricación de herramientas, como la creación de herramientas compuestas hechas uniendo hojas de piedra a mangos de madera. En el Mesolítico también se produjo un cambio hacia asentamientos semipermanentes cerca de masas de agua, ya que la pesca se convirtió en una parte esencial de la dieta humana.
3. El Neolítico
El Neolítico, también conocido como la Nueva Edad de Piedra, se extendió desde hace unos 10.000 años hasta aproximadamente el 4.000 a.C.. Se caracteriza por un importante cambio en el estilo de vida humano, que pasó de una existencia nómada de cazadores-recolectores a comunidades agrícolas asentadas.
Uno de los avances más significativos durante este periodo fue el desarrollo de la agricultura, que dio lugar a la aparición de comunidades agrícolas. Los humanos empezaron a domesticar plantas como el trigo, la cebada y las legumbres, lo que marcó el inicio de la revolución agrícola y los asentamientos permanentes.
Además, el Neolítico fue testigo de los avances en la alfarería, las técnicas de tejido y la domesticación de animales, que proporcionaron una fuente estable de alimentos y aumentaron la complejidad social.
4. El Calcolítico
El Calcolítico, también conocido como Edad del Cobre, siguió al Neolítico y marcó el advenimiento de la metalurgia. Esta época coincidió con el uso de herramientas de cobre junto a las de piedra. Ocurrió aproximadamente entre el 4.000 a.C. y el 2.500 a.C.
Durante este periodo, los humanos empezaron a utilizar minerales y a extraer cobre en bruto para fabricar herramientas, armas y ornamentos. La introducción de herramientas metálicas representó un avance tecnológico significativo, que condujo a un aumento de la productividad agrícola y al establecimiento de redes comerciales.
El Calcolítico también fue testigo de avances en la alfarería, ya que las vasijas de cerámica sustituyeron a los anteriores recipientes de piedra. Empezaron a surgir jerarquías sociales, acompañadas de la construcción de asentamientos más permanentes y el desarrollo de oficios especializados.
Conclusión
La comprensión de las cuatro etapas de la prehistoria, a saber, los periodos Paleolítico, Mesolítico, Neolítico y Calcolítico, proporciona una visión inestimable de las primeras fases del desarrollo humano y la transformación de la sociedad. Desde los humildes homínidos fabricantes de herramientas hasta el establecimiento de sociedades agrícolas sedentarias, estos periodos sentaron las bases de las notables civilizaciones que vendrían después. La exploración de las eras prehistóricas desvela nuestra historia compartida y el increíble viaje de los seres humanos a lo largo del tiempo.