Al explorar la rica historia de la Península Ibérica, no se puede ignorar la importancia del Neolítico. Esta época transformadora marcó la transición de la caza y la recolección a la agricultura y los asentamientos. En este artículo, nos adentramos en la pregunta «¿Hace cuánto tiempo comenzó el Neolítico en la Península Ibérica?» para arrojar luz sobre este fascinante capítulo de nuestro pasado.
El Neolítico: Un punto de inflexión en la Historia de la Humanidad
El Neolítico, que se calcula que comenzó alrededor del año 10.000 a.C. en todo el mundo, tuvo un profundo impacto en la civilización humana. Fue testigo de la llegada de la agricultura, el establecimiento de asentamientos permanentes y la aparición de estructuras sociales complejas. Estos cambios fundamentales fueron pasos vitales en la configuración del curso de la historia humana.
La Transición Neolítica en la Península Ibérica
La Península Ibérica, situada en el suroeste de Europa, experimentó su propia transición neolítica, aunque el momento exacto puede variar según la región. Las investigaciones exhaustivas, los hallazgos arqueológicos y la datación por carbono han permitido conocer los plazos aproximados.
El Neolítico temprano en la Península Ibérica
Los primeros indicios del Neolítico en la Península Ibérica se remontan a alrededor del año 5500 a.C.. Esta fase se caracteriza por la introducción de prácticas agrícolas y el cultivo de cosechas como el trigo, la cebada y las legumbres. En esta época se generalizó el sedentarismo, ya que las comunidades empezaron a asentarse en viviendas permanentes.
El Neolítico Medio en la Península Ibérica
El Neolítico Medio en la Península Ibérica, que se calcula que comenzó hacia el 4500 a.C., fue testigo de nuevos avances en la agricultura y la domesticación de animales. Las comunidades empezaron a establecer asentamientos más grandes con organizaciones sociales más complejas. El uso de la cerámica y la introducción de la alfarería también marcaron avances significativos durante este periodo.
El Neolítico Tardío en la Península Ibérica
En general, se considera que el Neolítico Tardío en la Península Ibérica comenzó alrededor del 3500 a.C.. Esta etapa fue testigo de la creciente sofisticación de las técnicas alfareras, así como de la creación de intrincados diseños cerámicos. Además, el establecimiento de estructuras megalíticas y tumbas funerarias refleja las avanzadas prácticas sociales y religiosas de este periodo.
Variaciones e influencia regionales
Es importante señalar que, aunque estos marcos temporales proporcionan una comprensión general, las variaciones regionales prevalecen dentro de la Península Ibérica. Las distintas zonas experimentaron la transición neolítica en momentos ligeramente diferentes, debido a diversos factores como la proximidad a influencias externas, las características geográficas y los recursos locales.
Las zonas del sur de la Península Ibérica, más cercanas al norte de África, fueron testigos de desarrollos neolíticos más tempranos debido a los intercambios culturales y las influencias de las civilizaciones mediterráneas. Por el contrario, las regiones del noroeste, como Galicia y Asturias, experimentaron una transición algo más tardía, influidas por las culturas atlánticas.
Conclusión
El Neolítico tiene sin duda una gran importancia en la configuración del curso de la civilización humana, y la Península Ibérica no es una excepción. Aunque la transición neolítica en la península abarca un periodo de tiempo considerable, las evidencias arqueológicas sugieren que comenzó alrededor del 5500 a.C. en la fase inicial y continuó durante los periodos Neolítico Medio y Tardío.
Comprender el calendario y la progresión del periodo Neolítico en la Península Ibérica no sólo proporciona información sobre nuestro pasado prehistórico, sino que también pone de relieve los cambios culturales, sociales y agrícolas que condujeron al desarrollo de las diversas sociedades que vemos en la región en la actualidad.